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09 septiembre, 2014

Fails: Baño





Mi día de mala suerte empezó un soleado domingo en el cual una amiga y yo habíamos acordado ir a una biblioteca a estudiar matemáticas (si, soy un ratón de biblioteca 7.7), el problema es que ese día estaba en mis días de mujer (eww), esos días anormales donde sangras todo el día y no sabes como es una mujer capaz de sobrevivir a eso sin contar los dolores, molestias y cambios de estado de ánimos en donde eres una Pegaso feliz y de un momento a otro te conviertes en Carnotauro furioso.
En fin, mi día empieza, como ya dije, en un soleado día domingo, todo empezó desde que salí de casa y yo como tengo alzheimer temporal me olvide de llevar mi tarjeta BIP (sistema de uso de una tarjeta cargada con dinero para pagar el transporte público el cual montarás), por lo tanto tuve que subirme a escondidas entre toda la gente que entraba al bus para que el conductor no me viera (ok, lo se, eso fue buena suerte, pero solo espera a ver que pasa después).
Llegué a la biblioteca muy temprano para pedir prestado libros, etc y resulta que mi amiga me llama a decirme que llegará dos horas mas tarde, pero por mi parte yo no tenia ningún problema y me dispuse a estudiar sola por el momento. Después de dos horas mi amiga llega y con ella estudiamos un poco mas hasta que me dieron ganas de mear, así que tome mi mochila y saque mi estuche donde guardaba mis toallitas gore marca Kotex y adivinen que pasó... por la reconchatum*dre se me olvidaron las toallas gore en mi casa.
En ese momento estaba muy tranquila ya que sabia que podía comprarme toallitas gore en cualquier farmacia o supermercado, así que le pregunte a la bibliotecaria si sabia la localidad de alguna farmacia, y esta me indica que tenía que caminar unas 4 cuadras para llegar a la farmacia. Y bueno, camine y camine hasta llegar a la bendita farmacia que por la p*ta que ese día estaba cerrado por ser domingo, y yo tenia ganas de mear y sin toallitas gore no podía hacerlo ya que estaba muy sucia. Así que desesperada le pregunté a una señora de un almacén si sabia que farmacia no estaba cerrada ya que necesitaba toallitas gore.

- Hoy es domingo, por lo tanto todas las farmacias están cerradas, lo que podrías hacer es ir a un supermercado que esta a unas 6 cuadras de donde tu venías. - me respondió la amable mujer.

- Gracias - respondí.

Lo que yo no sabía es que la señora no me especificó que hasta cierto punto debía doblar hacia otra calle y no seguir derecho, así que caminé lo más rápido posible y así fue como crucé 8 calles sin encontrar ningún supermercado hasta que llegué a parar en un hospital y le pregunté al guardia:

- Hola señor ¿sabe dónde se encuentra el supermercado?

- Claro - respondió - de donde tu venías tienes que caminar unas 4 cuadras y después de cruzar estas 4 cuadras debes doblar hacia la izquierda y caminar 2 cuadras más.

- Gracias - le agradecí al amable guardia.

Y bueno, yo muy desesperada corrí por mi vida hasta llegar al supermercado, y para mi buena o mala suerte dentro del supermercado había una farmacia abierta, fui corriendo hasta la farmacia como un toro mirando a una tela roja y al llegar tuve que esperar lo que para mi fueron 8774627402342640732648203423046230 siglos a que una vieja regordeta terminara de discutir con una farmacéutica con voz aguda, pero justo antes de terminar de discutir aparece un señor entre las sombras de la farmacia y juré e ese momento verlo iluminado por una luz celestial mientras que unos ángeles le rodeaban cantando "Aaaaaalleluya"

-¿Qué desea? - preguntó el farmaceutico

- Unas toallas hingénicas - dije en un tono bajo

- ¿DE DIA O DE NOCHE? - gritó.

En ese momento podia verme a mi misma con la cara mas roja que el trasero de esos monos de trasero rojo, estrangulando a ese farmacéutico que dejó de ser celestial para convertirse en un dinosaurio de cuello largo que aún no se da cuenta de que el carnotauro viene a matarlo.

- De noche- mascullé.

De pronto el farmacéutico desaparece entre las sombras de la farmacia para después aparecer con toallitas gore de marcas diferentes, y levantándolas una por una preguntó.

- ¿Cuál quiere?            

Muy enojada y avergonzada agarré el primero, pagué y salí corriendo hacia el baño de mujeres del supermercado que tenia capacidad para solo una persona, ya que tenia solo un inodoro. Justo cuando me disponía a entrar con la vejiga a punto de explotar ¡adivinen que pasó! dos lesbianas se me adelantaron y trancaron la puerta, claro que en ese momento no sabia que eran lesbianas, no hasta que esperé 15 minutos afuera y ellas aun no salían. Exasperada y casi muriendo me dije "No importa Evangeline, ve a la biblioteca y encontrarás baño en el." y así aferrándome a las toallitas gore y mi pésimo sentido de orientación, salí del supermercado y salí corriendo en dirección opuesta a la de la biblioteca jurando que llegaría pronto a la biblioteca hasta que sentí que nunca llegaba.
Fue entonces cuando agarré la primera señora que se cruzó por delante para preguntarle hacia donde mi*rda me dirigía y donde se encontraba la bendita biblioteca. Fue así como me di cuenta que caminaba en dirección opuesta y que estuve 10 minutos corriendo hacia el lado opuesto de esta cuando pude haber llegado tranquilamente caminando a la biblioteca en menos de 5 minutos si hubiera tomado la dirección correcta. agradecí a la señora y corrí, corrí como si atrás mío viniera un pulpo hentai dispuesto a clavarme sus tentáculos en mi trasero mientras yo era un hombre muy heterosexual (soy mujer ¿ok?) y bueno, llegué a la biblioteca lo antes posible, irrumpí en esta y cuando me disponía a también irrumpir el baño como asaltante en un banco... una vieja de mierda me atajó.

- El baño está fuera de servicio - dijo - bajo ningún concepto se le permitirá entrar.

- Por favor señora estoy que me meo.

La muy p*ta me miro con un rictus serio (hasta podía jurar que burlón) y movió su cabeza haciendo un gesto de negación. Conteniéndome para no deformarle la cara a puñaladas salí de la biblioteca donde me encontré con mi amiga, y fue en ese preciso momento donde exploté, le conté a gritos lo que me había pasado mientes que la gente de nuestro alrededor nos miraba como si fuéramos Aliens asesinos, recalcando eso de las lesbianas (las insulté mucho, no es que odie a los homosexuales, todo lo contrario) ya que de alguna u otra manera encontraba el colmo que hicieran cositas en un baño al público cuando había una asiática maniática que se estaba meando. Y bueno, cuando sentí que me calmaba un poco, volteé mi cabeza y adivinen que encontré... las mismísimas lesbianas que me se me adelantaron en el baño sentadas atrás mío mirándome atónitas. Encontrando todo esto el colmo, agarré a mi amiga y me dirigí de nuevo al baño del supermercado, donde el baño ya estaba desocupado, entonces muy feliz entré y cuando terminé todo... ¡CHAN CHAN CHAN! no había papel higiénico, así que tuve que arreglármelas para limpiarme 7.7.
Salí del baño y me dispuse a irme a mi casa con mi amiga ya que el día era agotador y no, no lloré, sonreí (si, estoy loca) y me volví caminando a casa ya que no tenía BIP y por que por esa zona era muy difícil colarse a los buses.
En el camino casi me atropella un auto y... creí que mi día no podía estar peor, así que después de despedirme con mi amiga fui hasta una máquina de bebidas y me dispuse a comprar una Coca Cola, pero... ¿Saben que pasó después? ¡La p*ta máquina se tragó mi dinero y mi bebida se quedó ahí sin moverse!
Definitivamente ese no fue mi día.

- Evangeline Yu
                                      

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